Hilar enraizado a la genealogía materna. Presentación exposición

 




 A Dorila y a Zoila Amada, las Madres de Antes


El hilo de la vida, hilando las relaciones con la raíz materna, es un proyecto creativo y artístico realizado a cuatro manos para el trabajo final del primer año del máster de Duoda, aunque en el trasfondo, estaba la necesidad de restituir el Simbólico de la Madre con las palabras de la Lengua Materna y darles existencia simbólica. Traerlas de vuelta significó reconectarme con las relaciones vitales que hicieron posible mi permanencia en el mundo. Relaciones Sin Fin, medida y mediación de Amor.

Ciertamente, fue mi abuela Zoila la que me incentivó a Hilar y Tejer como lo han hecho siempre las mujeres: con la palabra, con los gestos de amor y con las prácticas de recreación de la vida que, silenciosamente, humanizan y civilizan sin guerra. Me lo recuerda un breve mensaje que me envió Ana Mañeru Méndez el día 7 de marzo, mostrándome a una pintora ucraniana que comenzó a pintar a los 70 años y que hizo de su casa su obra. Me escribe: 

"Me he acordado de Zoila Rosa y sus bordados. Cuánta creación femenina, siempre bella y pacífica".

Quiero mencionar especialmente a la profesora Donatella Franchi que acogió mi propuesta invitándome a re-mirar y re-significar el concepto de “arte” y de “artista”, para saber que las prácticas artísticas femeninas no dejan fuera el sentir de la creación, como tampoco las relaciones que conllevan el proceso creativo. Me ha inspirado su propia obra dedicada a su madre Clotilde y, que de pura coincidencia, la misma Ana me había enseñado cuando le comenté del proyecto que iniciaríamos con mi abuela.

El arte de la relación. Creación enraizada

Las creaciones que componen el proyecto son “Lienzo” y “Libro de las artistas”.  Cada una tiene una apuesta que la hace singular, una como texto/tejido y, la otra, como imagen. Ambas expresan lo genuino de la lengua materna al visibilizar, por un lado, la relación originaria que es ser nacidas y nacidos de una mujer y, por otro, la genealogía femenina materna que, al ser sustraída de la mirada de la miseria patriarcal, da un vuelco hacia lo trascendental como lo es la huella de la madre.

Lienzo

Bordado en tela cruda o tela rústica de 1,67 mts. Compuesto por 40 retazos. Cada retazo nombra una experiencia o a una persona significativa en la vida de mi abuela.

Los materiales que usamos fueron hilo de costura color blanco para hilvanar, hilos de colores para bordar, aguja y perlas sintéticas de color blanco para adornar.

Los trazos hallaron un lugar sin orden alguno, mejor dicho, se hallaron mezclándose con el sentido de las relaciones.

Libro de las artistas

Creado artesanalmente con papel opalina de 200 gramos, utilizando la técnica de acordeón. Se compone de fotografías de las manos de mi abuela en distintos tiempos, momentos y creaciones de la vida, con especial dedicación a la genealogía materna femenina (hija, nietas y bisnietas), acompañadas por los símbolos femeninos la Rosa y la Perla.

Proceso de creación

Lo llevamos a cabo en plena pandemia, el año 2021, año que nos benefició para pasar bastante tiempo juntas, aunque llevábamos casi más de un año compartiendo la vida junto con Andrea en nuestra casa.

En un principio, nos reuníamos los domingos en las tardes para conversar sobre su vida o de lo que quisiera contarme, sin reglas ni métodos. La guía eran las relaciones y, a veces, sus nudos. Mandaba el movimiento de las entrañas. Caminamos juntas por donde me quisiera mostrar. Yo fiada de su mano como cuando era niña. Nos entusiasmamos tanto que hilábamos cada día. 

El viaje partió en la calle Nueva de Matte, en la casa de su abuela materna Dorila, casa ubicada en la comuna de Independencia, a fines de los años 30 del siglo XX. Paseamos por lavaderos de ropa y saludábamos a su abuela y a su madre, las lavanderas. Esta casa fue su lugar de la infancia, lugar que recordaba con mucho amor. Asimismo, su paso por la escuela 111 de Vivaceta y la relación con la profesora Delfina del Piano.

Zoila Rosa, mi abuela, aprendió la práctica del Hilar en la relación femenina con su genealogía materna y nunca la olvidó, ni la desplazó. Por eso, una vez que he caído en la cuenta de la ausencia del simbólico de la madre en mi vida, debido al desorden que me produjo la emancipación, pude sentir el deseo de restituirlo.

También aprendió el oficio de coser mirando a su madre y a sus hermanas mayores Elena y María Rebeca. A los 13 años dejó la escuela para trabajar en una camisería en el sector de Mapocho la "Camisería Barcelona” haciendo ojales, cuellos y bastas.

A sus hijas e hijos les confeccionó la ropa, también a nosotras, sus nietas. Mi madre, a su vez, lo aprendió de ella…

Jamás dejó de Hilar, Coser y Tejer…

Quería ser profesora, le encantaba la lectura. Y, por supuesto que lo fue. Fue la Maestra de sus hijas e hijos, les enseñó a hablar con la lengua materna de la que fue depositaria, lengua que aprendió de su madre Zoila Amada en compañía de su abuela Dorila, en un infinito hilar de palabras femeninas enraizadas y encarnadas.

A nosotras, sus nietas (también algunos de sus nietos) que tuvimos la fortuna de criarnos con ella, nos educó con infinito Amor. Tenía el don de la Maestra, una mujer llena de Gracia y Humildad.

Cada recuerdo de este hilar juntas me toca profundamente, pues se desvelaron muchos sentires. 

Nos dejamos dar ante lo nuevo e imprevisto y, sin saberlo, cada una fue desamarrando aquellos nudos que nos afligían el alma para seguir nuestro camino de vida siendo otras. Otras porque algo se ha movido y desplazado adentro.Hallamos la Hondura y el Misterio que es de origen femenino. Misterio que está siempre en una misma.

En este andar profundo[1] conocí a mi bisabuela Zoila Amada y a Dorila, mi tatarabuela, genealogía materna que me enraíza. 

Zoila Rosa Amada, mi abuela, me enseñó de Presencia/Ausencia que siempre es Amor.


Los misterios de la virgen

Supe ver -con la visión- su devoción al Rosario y a la Virgen, hilo inmaculado de la Madre sin coito. No fue casualidad que llamara Cecilia del Rosario a mi madre o, que usara la medallita de la virgen con una cinta de color rojo como protección del cuerpo y del espíritu de la criatura recién nacida. Ahora sé que ese gesto es fiarse en la raíz femenina y en la sabiduría de la lengua materna que sabe que el cuerpo es obra de la madre.

Desde que era niña estaba una figura de la virgen en su habitación, decía mi abuela que la traía consigo su abuela Dorila y esta, a su vez, la había heredado de las madres anteriores. Ahora está al mío, me la encomendó para cuando partiera de este mundo.

Zoila viene de Zoé, que significa "vida, vital o llena de vida". Carmen Martín Rojas, una amiga lúcida, me hacía ver lo biofílica que era mi abuela Zoila, ¡Es tan cierto! 

Bordó y tejió para las nietas, nietos e hijas, hilando con sus manos el hilo femenino de su descendencia… el hilo de la vida.

Leíamos poesía o extractos de libros de mujeres y elegíamos qué bordar. Algunos bordados fueron dedicados a las mujeres con las que estoy en relación. Así lo convenimos.

Hicimos del hilar una práctica.

Las telas bordadas estarán a mi cuidado, algunas otras con las Amigas que le darán un lugar y espacio en sus vidas para mantener vivo el tejido de la relación.

Abuela ¡Qué bella manera de trascender!

Diana Carla, una amiga de la Patagonia en Argentina, acogió mi deseo para crear un blog que contiene el hilado realizado con mi abuela Zoila, será un lugar/refugio para visitar sus creaciones.

Un Poema de Ana Mañeru Méndez dice:

“Detrás de una palabra,

Tan solo de una sola,

Renace el mundo entero.”

Mi abuela Zoila dejó su palabra bordada para quien quiera y sepa reconocerla con su Grandeza.


Jessica Alejandra Gamboa Valdés, hija de Cecilia y nieta de Zoila

Barrio Yungay. 30 abril, 2022.

Comentarios

  1. Gracias por dejarme ser parte de la vida de tu abuelita, de tu vida... compartiendo palabras, hilando sentires con sentido y develandome tantos misterios en mi propia vida. Infinitas gracias para siempre, querida Jeka.

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